Todos deseamos la llegada del verano para irnos de vacaciones y tener más tiempo libre para nosotros. Pero muchas veces esto significa descuidar la dieta: comemos helados, las cervecitas y el tapeo con los amigos se vuelven más habituales, etc.

Ciertos malos hábitos a la larga pueden influir negativamente en nuestra salud. Por eso, es importante introducir poco a poco en nuestras vidas hábitos saludables que mejoren nuestra alimentación.

En líneas generales, siempre hay que intentar optar por alimentos naturales y evitar los ultraprocesados, ya que son ricos en grasas saturadas. Y lo más importante es que los cambios en nuestra dieta los introduzcamos de manera gradual para no caer en el temido efecto rebote. 

Debemos priorizar el consumo de frutas y verduras de temporada, las legumbres también son importantes, beber 2 litros de agua al día y moderar la ingesta de carne, pescado y pan. 

Dieta saludable
Si empezamos por el desayuno, el colacao y la bollería los podemos cambiar por café, fruta, yogur natural (que podemos aderezar con nueces, arándanos u otro tipo de fruta), etc. También están muy de moda las tostadas de pan integral con aguacate y podemos completarlas con un huevo revuelto o hervido y un poquito de jamón.

¡Cuidado con las falsas galletas “fit” del supermercado! Se trata de un producto ultraprocesado e insano.

En cuanto a las comidas, hay que tener en un lugar destacado a las verduras y, si nos cuesta comerlas, podemos “camuflarlas”. Por ejemplo, si hacemos macarrones, hay que optar por poner menos pasta y, a cambio, aumentar la cantidad de verduras. Por ejemplo, a los típicos macarrones a la boloñesa, se les puede añadir brócoli, champiñones, zanahoria rallada, etc.

Con el intenso calor, las ensaladas se hacen muy apetecibles estos días. Pero no tenemos porqué elegir siempre la típica combinación de lechuga y tomate. Podemos introducir elementos nuevos como la quinoa (rica en proteínas), el cuscús, lentejas, garbanzos, espinacas, rúcula, nueces o frutas como la piña, la sandía, etc. ¡Hay mil combinaciones!

Siempre optando por frutas y verduras de temporada, que en verano son: cereza, arándano, melón, sandía, albaricoque, higo, berenjena, calabacín, tomate, pepino, pimiento, etc.

Y es que, que mejor merienda que un trocito de sandía o melón bien fresquitos. Dejemos a un lado los bocatas, ya que el consumo de pan hay que limitarlo.

Por la noche, si no te gusta o no tienes tiempo para cocinar, un pescado o carne a la plancha o al horno, acompañado de verduras (espárragos trigueros, coliflor al horno, etc) es una opción rápida y sencilla. Así, como las ensaladas que antes comentábamos. Y, para cuando te quieras dar un capricho, puedes prepararte una pizza casera, pero te recomendamos optar por harina integral y evitar ultraprocesados como el bacon y el tomate frito. 

Picoteo sano
Para esos momentos de gula, hay multitud de opciones para sustituir a las insanas patatas fritas y helados. El chocolate puro y los frutos secos naturales (nueces, avellanas, etc.) son una buena opción. Un bote de garbanzos cocidos, lo especiamos (con curry, pimentón normal o picante, etc.) y lo ponemos al horno y son un snack muy sencillo de preparar. 

También están muy de moda los crunchis de verduras, como la zanahoria con guacamole… ¡está de vicio! Y, como no, siempre podemos laminar unas patatas y hacerlas al horno.

Los helados caseros también pueden ser una buena opción y son muy sencillos de preparar: plátano y/o frutos del bosque congelados, batidos con yogur y le podemos añadir algún edulcorante natural como dàtiles. 

Y, por último, evitemos los refrescos azucarados y el alcohol. Como alternativa, podemos beber agua con pepino, limón, naranja, etc.

Combinar una dieta saludable con la práctica habitual de deporte aportará muchos beneficios a nuestra salud. Por eso, en el siguiente artículo os daremos una serie de tips para mejorar vuestra actividad física. 
 

Este artículo fue publicado por Infoclick.